Somos creadores por naturaleza

Llevo días pensando en por qué me siento como me siento: un poco decaído, hasta con gripe. Mi mamá, que es un poco mística, dice que la gripe muchas veces tiene que ver con la tristeza. Y aunque, según yo, todo está saliendo bien —los negocios se están dando, las cosas están funcionando—, al mirar más de cerca me doy cuenta de que he dejado de lado cosas que me llenaban el alma: pintar, dibujar, grabar podcast, incluso escribir esta columna.
Y, la verdad, lo extrañaba muchísimo.
Pero siempre pongo primero las responsabilidades… y ahí está el error más grande de todos.

El error mas grande

Pensar que el trabajo es el mayor logro es un error.
Pero, ¿qué pasa cuando lo que haces también es una de tus más grandes pasiones?
Lo digo por mí: amo lo que hago, pero a veces me encuentro repitiendo operaciones, cerrando negocios, esperando pagos… y eso mata por completo lo hermoso de mi arte.

_{Proyectos con sabor a vida}

Entender al arte.

Al final entendí que mi vida necesita equilibrio entre lo que amo y mi trabajo. Y que no debo confundirme pensando que, solo porque diseño todos los días, estoy creando. Muchas de esas tareas son repetitivas.
La verdadera esencia de mi arte está en aquello que me hace brillar los ojos y me despierta con una sonrisa en el rostro.

¿Te ha pasado lo mismo alguna vez?